Aunque el dinosaurio se vista de seda...
Ciertamente los homenajes a criminales de guerra, homicidas revolucionarios o genocidas sanguinarios no son nada extraño en los regímenes totalitarios o en las mal llamadas democracias populares. Forman parte, de hecho, del pan nuestro de cada día en países como Cuba, China, Venezuela o Irán. Lo que ya debiera ser más extraño -en una sociedad con un mínimo de salud democrática- es que en una universidad se rinda homenaje a un asesino responsable de la mayor matanza de españolitos del siglo XX. Incluso tratándose de una universidad española, reducto casposo-marxista y caldo de cultivo progreta donde los haya.
Aún resulta más paradójico que el supuesto motivo del reconocimiento sean las contribuciones que este energúmeno ha hecho "a la fraternidad nacional", a no ser que demos por supuesto que la ejecución y el exterminio de millares de civiles madrileños se puedan considerar como tal. Tal vez entonces se refieran a su actuación durante los 40 años de dictadura, dándose la vidorra padre y viajando por todo el mundo como niño mimado del comunismo. O quizás a su decisiva aportación durante la transición, con la peluca de aquí para allá con el cuento del "euro-comunismo"... En rigor, la única aportación a España que se le puede agradecer a este dinosaurio trasnochado es la de haber desmantelado hasta los cimientos al PCE (tarea a la que por cierto Llamazares está poniendo la puntilla).
La izquierda nos bombardea contínuamente con el revisionismo histórico. Estamos acostumbrados a oirles decir que hay que pedir perdón por los crímenes que España cometió en América, por las injusticias que cometió la Iglesia, por la represión de la dictadura, por la guerra de Irak, por los McDonalds, por el agujero de la capa de ozono, etc. Todos tienen que pedir perdón por todo, y pedírselo a ellos, porque ellos son los mejores, los más guapos y los mesías que van a salvarnos de la destrucción, aunque no queramos.
Sin embargo nunca hemos oído a estos hipócritas hijos de su madre pedir perdón por organizar los monstruosos regímenes soviético, cubano, chino o norcoreano, responsables de MILLONES DE MUERTOS en todo el mundo. Tampoco hemos oído pedir perdón por justificar los atentados terroristas de medio mundo y acusar a las víctimas de haberlos provocado, ni por dar apoyo político y/o logístico a la mayoría de las guerrillas terroristas del planeta. En nuestra propia casa no les hemos oído pedir perdón por las persecuciónes religiosas, por las chekas revolucionarias, por los "paseillos", por los juicios sumarísimos, por los golpes de estado (desde dentro y desde fuera del poder), por su desprecio hacia la libertad y las democracias. Y desde luego, no hemos oído pedir perdón por las ejecuciones multitudinarias de Paracuellos al carcamal fósil que las llevó a cabo ni a toda la ralea de bastardos que viven medrando del marxismo más rancio y caduco que subsiste en Europa (por más que insistan en llamarse 'progresistas').
Muy al contrario, toda esta basura les llena de orgullo y pretenden espetárnosla en nuestras narices organizando estos circos bochornosos y vergonzantes. "Soy un rojo y nada he aprendido de la derecha" proclama nuestro líder Zapatero en la mundialmente conocida revista Marie Claire. A la vista está, ZP, que no has aprendido nada de nadie...
En especial, la capacidad de perdonar el pasado y de enterrar el odio.
Aún resulta más paradójico que el supuesto motivo del reconocimiento sean las contribuciones que este energúmeno ha hecho "a la fraternidad nacional", a no ser que demos por supuesto que la ejecución y el exterminio de millares de civiles madrileños se puedan considerar como tal. Tal vez entonces se refieran a su actuación durante los 40 años de dictadura, dándose la vidorra padre y viajando por todo el mundo como niño mimado del comunismo. O quizás a su decisiva aportación durante la transición, con la peluca de aquí para allá con el cuento del "euro-comunismo"... En rigor, la única aportación a España que se le puede agradecer a este dinosaurio trasnochado es la de haber desmantelado hasta los cimientos al PCE (tarea a la que por cierto Llamazares está poniendo la puntilla).
La izquierda nos bombardea contínuamente con el revisionismo histórico. Estamos acostumbrados a oirles decir que hay que pedir perdón por los crímenes que España cometió en América, por las injusticias que cometió la Iglesia, por la represión de la dictadura, por la guerra de Irak, por los McDonalds, por el agujero de la capa de ozono, etc. Todos tienen que pedir perdón por todo, y pedírselo a ellos, porque ellos son los mejores, los más guapos y los mesías que van a salvarnos de la destrucción, aunque no queramos.
Sin embargo nunca hemos oído a estos hipócritas hijos de su madre pedir perdón por organizar los monstruosos regímenes soviético, cubano, chino o norcoreano, responsables de MILLONES DE MUERTOS en todo el mundo. Tampoco hemos oído pedir perdón por justificar los atentados terroristas de medio mundo y acusar a las víctimas de haberlos provocado, ni por dar apoyo político y/o logístico a la mayoría de las guerrillas terroristas del planeta. En nuestra propia casa no les hemos oído pedir perdón por las persecuciónes religiosas, por las chekas revolucionarias, por los "paseillos", por los juicios sumarísimos, por los golpes de estado (desde dentro y desde fuera del poder), por su desprecio hacia la libertad y las democracias. Y desde luego, no hemos oído pedir perdón por las ejecuciones multitudinarias de Paracuellos al carcamal fósil que las llevó a cabo ni a toda la ralea de bastardos que viven medrando del marxismo más rancio y caduco que subsiste en Europa (por más que insistan en llamarse 'progresistas').
Muy al contrario, toda esta basura les llena de orgullo y pretenden espetárnosla en nuestras narices organizando estos circos bochornosos y vergonzantes. "Soy un rojo y nada he aprendido de la derecha" proclama nuestro líder Zapatero en la mundialmente conocida revista Marie Claire. A la vista está, ZP, que no has aprendido nada de nadie...
En especial, la capacidad de perdonar el pasado y de enterrar el odio.
Explorado por Ryôga Hibiki a las
21:46
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