El blog de Ryôga - Diario de un explorador del s. XXI

domingo, julio 22, 2007

El rey ha muerto (I)

Es costumbre, a la hora de recordar a las personas fallecidas, omitir de su memoria los aspectos más negativos o criticables de su existencia en beneficio de la exaltación, exageración e incluso invención de otros más loables y admirables. El caso de Jesús Polanco desde luego que no podía ser una excepción.


Dado que las alabanzas y el aplauso a la figura del personaje más poderoso de España en los últimos 30 años son ahora abundantes desde los más diversos, variados, corruptos o acomplejados sectores de nuestra sociedad, considero adecuado hacer varios apuntes a algunas de estas fastuosas declaraciones, antes de que su efigie empiece a copar nuestras plazas en forma de colosales estatuas de granito.

Como dijo nuestro ilustre presidente del gobierno, "ha sido una persona clave en el desarrollo de las libertades y la democracia en España". Aunque no puedo estar más de acuerdo en ello, sería más certero hablar de "personaje clave en la falta de desarrollo de la libertad y la democracia"... Y es que Don Jesús, aclamado repetidas veces como paladín del progresismo y del antifascismo, comenzó a forjar su fortuna al amparo del franquismo que tanto le repugnaba.

Una vez que el franquismo se diluyó, y dado que sus antiguos contactos en las altas esferas empezaban a perder influencia, Polanco decidió que era un buen momento para cambiar de camisa y empezó a posicionarse sin rubor hacia la izquierda, en una tendencia progresiva que a lo largo de 3 décadas ha llegado al punto de que no se sabe donde acaba PRISA y donde empieza el PSOE, dando lugar a ese rodillo que vulgarmente se conoce como PRISOE.

Si en el mundo empresarial existiera alguna lista de Smash Hits fraudulentos, el número de entradas en la misma a cargo del Don sería escandaloso. Como muestra ahí van algunas de las más sangrantes, desde sus comienzos hasta la época felipista:

  • Años 60. Jesús Polanco, antiguo miembro del Movimiento Nacional, funda la editorial Santillana. En 1970 y gracias a sus contactos con la élite franquista en el Ministerio de Educación, Santillana se hace con el monopolio del suministro de libros de texto para toda España. El progresismo más rancio se colaba en las aulas delante de las narices de los tecnócratas del régimen. Se ve que la derecha ya era idiota en nuestro país incluso cuando concentraba todo el poder en sus manos.
  • Años 70. Durante la transición, Don Polancone se hace con las riendas del recién creado grupo PRISA, que se convertiría en el eje principal de sus operaciones sucesivas, todas ellas encaminadas indefectiblemente a ampliar su fortuna y eliminar toda oposición por cualquier medio. Se hace también con la niña de sus ojos: el diario El País, al frente del cuál colocó a otro ilustre falangista, Juan Luis Cebrián, para que ejecutara todas y cada una de sus órdenes. Desde ese momento, el periódico se convierte en la tarima propagandística del PSOE y en boletín oficioso del estado de los sucesivos gobiernos felipistas. Aún hoy continúa siéndolo.
  • 1985. Adquisición de la histórica cadena SER (regalada por González a precio de saldo) junto con sus innumerables emisoras asociadas. La mayor cadena de radio se convirtió de inmediato en el altavoz mediático del PRISOE, como perfecto complemento a El País.
  • 1989. Concesión "a dedo" de licencia de emisión para Canal Plus, el primer canal de TV de pago de España, que además ostentaba los derechos exclusivos para la retransmisión de los partidos de la liga de fútbol los domingos. El gobierno socialista de González modificó el reglamento vigente para permitir expresamente la existencia de un canal privado de pago, con el único objetivo de conceder dicha licencia al canal de Polanco.
  • 1992. Apropiación indebida -o robo- de Antena 3, la única emisora capaz de hacer sombra a la SER. La cadena de radio y TV, mediante una escandalosa operación ilegal consentida por el gobierno socialista, fue puesta en manos de Polanco. Este procedió a desmantelarla, traspasó sus emisoras a la SER y por último símplemente la liquidó. De este modo se acabó con la segunda cadena de radio de España y con uno de los medios más críticos contra la corrupción y el latrocinio gubernamentales.
(continuará)