El blog de Ryôga - Diario de un explorador del s. XXI

martes, mayo 30, 2006

Debate sobre el estado de qué nación

Hoy ha comenzado el debate sobre el estado de la nación. A cuenta de lo visto en el hemiciclo parlamentario, un servidor no puede por menos que preguntarse sobre qué nación se estaba debatiendo realmente.


A primera vista se diría que hablan de ese remoto vestigio del pasado que algunos aún llaman nostálgicamente España. Tras oir el discurso del supuesto presidente, sin embargo, uno se da cuenta de que nada más lejos de la realidad. Cualquiera que se tragase la andanada de invenciones y mentiras que ZP ha arrojado hoy en el congreso pensaría que realmente se debatía acerca del jardín del Edén, un mundo perfecto en donde todos vivimos felices y todo es cojonudo como los espárragos aquellos.

Eso sí, para lograr el paraíso perfecto fue necesario expulsar de él previamente a los demonios que lo regían y esclavizaban a sus habitantes con mano de hierro. Y como siempre, se nos recuerda constantemente lo terribles que eran aquellos tiempos bajo el yugo de la extrema derecha y lo mucho que hemos mejorado etc, etc... La gente es de memoria frágil, ya se sabe, y si sufren lagunas es necesario ocupar esos huecos con unas pinceladas de fantasía e imaginación que total no hacen daño a nadie. Con todo, lo peor no es ver a ZP encantando serpientes frente a las cámaras y los micrófonos, qué va.

Lo peor es ver cómo el jefe de la oposición se pliega ante la deriva del gobierno en materias fundamentales para este país. ¿Cómo es posible que el Sr. Rajoy no haya dedicado en toda su intervención más de 3 minutos a hablar de la tregua trampa de ETA? ¿Cómo es posible que deje pasar este debate sin pedir que le expliquen (a él y de paso a todos los españoles) de una vez qué es lo que se está negociando con los terroristas desde hace meses y qué se les está prometiendo? ¿Acaso cree Rajoy que realmente el problema que más preocupa a la gente ahora mismo es el de la inmigración? Aún siendo muy jodido el panorama en materia de inmigración, millones de españoles estarían deseando que ese fuera su principal problema.

Aún me atrevo a decir que ni siquiera temas esenciales como la educación, la reforma laboral o el recorte permanente de libertades son la principal preocupación de España. Aunque solo sea porque para que algo preocupe en España, primero debe de existir España. Sin esto, ya solo habrá cosas que preocupen a los andaluces, a los asturianos o a los murcianos, pero no a los españoles. De nada sirve marear la perdíz sobre si el estatuto de Cataluña es malo o es peor, si olvidamos que este existe como parte de las contrapartidas que se están dando al terrorismo y al separatismo. Si ya el PP obvia que se está negociando la rendición del Estado de Derecho y la existencia misma de España como nación única, entonces quizás nos encontremos ya dentro de un proceso sin marcha atrás.

Aunque claro, no se de qué me extraño si tampoco se ha hablado de la detención ilegal de ciudadanos simplemente por estar afiliados al PP, ni de la última estrategia de laminación de la oposición que es esa campaña vergonzosa del PSC para el referendum catalán. En cualquier democracia mínimamente saludable, la oposición estaría día y noche exigiendo responsabilidades a semejante gobierno por todos y cada uno de estos asuntos, hasta aburrir. Pero no aquí. Aquí lo que se lleva es decir que el presidente es un poco torpe en el cumplimiento de sus funciones, y que a ver si mejora un poquito. Eso y quejarse por las artimañas para reducir los turnos de réplicas, parece que aún no se hayan enterado de como las gastan estos energúmenos de Moncloa.

Y mientras la oposición sigue avergonzándose de tener que defender lo que le exige media España -más allá de discursos tan brillantes como inocuos ante la opinión pública- el de la Alianza de Civilizaciones se crece. Ya no habla de su política gubernamental (si acaso es que existe), vuelve la vista a Irak, a las Azores o a Fraga en el año 78. Argumentos todos ellos de gran valía si se emplean ante una clase de párbulos pero carentes de utilidad aplicados a la estrategia política, a menos que se empleen contra el PP, en cuyo caso aseguran unos cuantos millones de votos en cualquier comicio.

Nada nuevo, para qué nos vamos a engañar. El PSOE nunca ha tenido un referente estratégico ni una base ideológica medianamente decente como para presentar una batalla seria en el campo de las ideas. Y además lo gracioso es que nunca le ha hecho falta. La izquierda se define por contraste con la derecha, por su odio ciego hacia ella. Es la paradoja de la pescadilla que se muerde la cola: la izquierda se aprovecha de los complejos de la derecha para marcarle el rumbo, y a su vez la derecha condiciona toda la acción de la izquierda por cuanto que esta se opone a todo lo que representa aquella. Qué país. Qué nación.

domingo, mayo 21, 2006

No semos europeos

Definitivamente Eurovisión no es el fuerte de Teddy Bautista y TVE, y desde luego el flamenco no tiene futuro en Europa, se pongan como se pongan.


Ayer fue el turno de ese subproducto de marketing flamenco-pop llamado Las Ketchup, y al igual que sucedió hace un año con otro grupo andaluz de fugaz popularidad,
España cosechó un honroso 21º puesto (de entre 24 participantes). Recibimos los votos de nada más y nada menos que Andorra y Albania, y podemos congratularnos de haber superado claramente a paises como Israel o Malta.

Y todavía algo hemos mejorado desde que en el 83 sacamos a Remedios Amaya bailando descalza, en un espectáculo absolutamente bochornoso en que solo le faltó pasar el sombrero entre el público a ver si por lo menos sacaba algo para el viaje de vuelta. "Quién maneja mi barca" llevaba por título el invento, y a lo que parece la pregunta estaba justificada, ya que nuestra representación se fue a pique acabando en última posición con cero votos. Y porque no hay votos negativos que si no... Vamos, un "ridi".

Mientras fuera de nuestras fronteras surgían éxitos como Sweet Dreams de Eurythmics o Every Breath You Take de The Police, aquí nos sumergíamos en el cante de la España profunda. Y como somos de piñón fijo pues no escarmentamos: la Remedios se retiró, pero luego llegaron las Azucar Moreno, Antonio Carbonell, la académica Rosa -curvada no como las Azucar a golpe de bisturí, sino a golpe de chorizo y jamón serrano- (y con ese inglés de oidas con acento que ríase usted del castellano que hablan los de Gibraltar, oiga), las sevillanas Son de Sol (que pena que aquel año estuviese nublado) o las susodichas Ketchup de este año.

Joer con la cantidad de cosas buenas que tiene que haber en Andalucía y sacan siempre esta jarfia de cantamañanas, será que lo bueno se lo quedan y nos mandan los desechos de tienta, siempre lo mismo además. Por lo menos el grupo finlandés ganador de este año era original, y la canción hasta resultaba atractiva si no mirabas a la pantalla. Si es cierto lo que dicen por ahí que a España se la conoce por el flamenco y los toros, entonces se explica porqué no acabamos de conseguir que nos tomen en serio más allá de los Pirineos. Solo faltaba oir a Massiel y demás expertos decir que a las pobres chicas de ayer no se les podía pedir más. Coño! pues si no se les podía pedir más que un jodido 21º puesto, para eso que no las manden. Nos salía más rentable venderle nuestra participación en el festival a Bolivia, a ver si así por lo menos recuperabamos algo de las expropiaciones a Repsol, ¿no?

Y encima todavía vendran los ladrones de la SGAE a cobrarnos por soportar estos suplicios año tras año.